Historia de Citroën
Los orígenes de la marca francesa se remontan a 1900, cuando André Gustave Citroën, de 22 años, descubre por casualidad durante su viaje a Polonia un mecanismo de engranajes en forma de “chevron“.
Rápidamente comprende que si es capaz de construirlo en acero sus posibilidades se multiplicarán, por lo que compra la patente. Es el principio de una de las más grandes aventuras de los tiempos modernos.
En 1902, Citroën apuesta todo lo que tiene en su descubrimiento y tras la Iª Guerra Mundial transforma su producción de engranajes y material bélico para construir coches Citroën en su cadena de montaje.
De esta forma se produce en serie un modelo único de automóvil con el objetivo de que sea asequible al mayor número posible de personas. Por eso en 1920 Citroën presenta el Tipo A Sport con el que la firma francesa gana el Gran Premio de consumo en Le Mans.
El prestigio de Citroën crece y a finales de ese año consiguen que más de 15.000 unidades de su coche estén en todas las carreteras.
La historia de Citroën está llena de grandes modelos que han marcado también toda una época en la sociedad a nivel mundial. Ejemplo claro de ello es el Citroën 2CV que se presenta oficialmente en 1948.
Se fabrica inicialmente en la planta que Citroën tiene en la localidad de Levallois, y destaca por su aspecto insólito, lo curioso de sus soluciones mecánicas, lo económico que es y por sus grandes posibilidades de uso.
En 1951 se lanza la versión furgoneta del Citroën 2CV, y su éxito es tan grande que los pedidos que recibe la marca francesa hace que los plazos de entrega de los coches lleguen hasta los 6 años de espera para algunos clientes.
Toda esa tradición a la hora de crear automóviles con carácter propio se ha mantenido intacta hasta los actuales Citroën, que en PitLane tienen lugar destacado junto a las noticias generadas por la marca del chevron.