
El Renault Ellypse es el claro ejemplo de que la marca del rombo siempre ha ido un paso adelante. Corría el año 2002 cuando en el Salón del Automóvil de París se presentaba en sociedad este Concept Car que algunos rápidamente definieron como el “utilitario del futuro“.
Y lo hicieron así porque en su presentación a la prensa mundial se determinó por parte de los responsables de Renault, que el Ellypse era claramente un prototipo con la longitud de un utilitario, la altura de un pequeño monovolumen y la anchura de una berlina grande.

Las dimensiones del Ellypse son peculiares. Mide 3.930 mm, lo mismo que los utilitarios más recientes, es más bien alto (1.520 mm) y —sobre todo— es muy ancho: 1.770. La batalla es también grande (2.610 mm) y lo son mucho más las vías (1.595 mm). Pesa 980 kg.
Este prototipo tiene como facetas más interesantes algunas soluciones de la carrocería, un motor Diesel experimental y una instalación eléctrica más avanzada.
Ellypse, amplio y modular
La puerta trasera derecha se puede abrir en el sentido normal, y también en sentido contrario. Al no haber un marco para las puertas del lado derecho, el vano de acceso es muy grande.

Las puertas del lado izquierdo se abren normalmente. La trasera derecha, en cambio, tiene dos movimientos posibles: uno en el mismo sentido que la delantera, y otro en sentido inverso. Si la delantera derecha está abierta, la trasera de ese lado se puede abrir al revés, lo que deja un vano muy grande porque no hay montante central.
Tiene dos monitores en el centro del salpicadero, uno para instrumentación y otro para otras funciones. Entre estas funciones, además de lo más o menos normal (climatizador, equipo de sonido, navegador e indicador de intervalos de mantenimiento), hay cosas como una agenda electrónica y el manual de mantenimiento del coche.

Materiales reciclables
Con la clara idea de contribuir a preservar el entorno natural, Renault concebía el Ellypse de forma que gran parte de los materiales empleados fueran reutilizables y poco o nada agresivos para la naturaleza.
Como ejemplo, sirva citar que los elementos de la insonorización se componen de fibras vegetales procedentes del reciclado de ropas viejas y fibras de poliéster, obtenidas en los procesos de reconversión de botellas y embalajes comerciales.

Los asientos son de un tipo especial de espuma y tienen fundas lavables. Mediante un motor eléctrico, se puede abatir para que forme una especie de cama en el suelo del coche, aunque con forma ondulada.
Los asientos son extremadamente finos, lo que facilita el acceso y resta poco espacio interior. Hay cuatro, independientes y cada uno de ellos lleva integrado el cinturón de seguridad.
El techo es de cristal y completamente transparente, salvo las placas solares y su cableado. Como sólo se trata de un prototipo, no hay nada para cubrir el techo ni tiene un sistema que lo oscurezca

Motor Diésel, corazón “ECO”
El motor es un TurboDiesel dCi de 1,2 litros de cilindrada y 72 CV de potencia máxima y muy bajo consumo. Estrena un sistema de inyección aparentemente más eficaz y tiene un sistema de des contaminación que incluye un catalizador en desarrollo.
Este catalizador agrupa en solo elemento las funciones de un catalizador normal para Diesel, otro para partículas y otro para óxidos de nitrógeno.

Por si todo esto fuera poco, el Ellypse cuenta con un alternador-generador de 12 kW que, además de funcionar como un alternador normal recargando la innovadora batería de 42 voltios, también actúa como motor de apoyo para aliviar al de gasóleo.
En esos momentos, ya se podía hablar de un coche “casi” híbrido, pues, para distancias cortas a poca carga se puede circular sólo con el motor eléctrico
El resultado final:pesa sólo 980 kg, consume 3,2 litros a los 100 km y emite sólo 85 gramos de CO2 por kilómetro.
18 años después el Ellypse tiene mucho de él en algunos de los actuales modelos de Renault.

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