Daniel Ricciardo aprovechó el descanso existente en el calendario de la F1 para ser el protagonista de la exhibición que Red Bull preparó en Viena para mostrar ante miles de aficionados cómo el RB8 aún es capaz de levantar pasiones.
Las calles adyacentes al histórico centro de Viena se llenaron con más de 60.000 espectadores para ver de cerca las evoluciones de Ricciardo en un acto promocional del próximo GP de Austria que se celebrará en el circuito de Spielberg el próximo mes de Junio.
“El reto de pilotar en la ciudad es que obviamente las carreteras están un poco más sucias que los trazados, hay más polvo y deslizas más, pero eso lo hace más interesante para eventos como éste, porque realmente podemos sacar el máximo de los neumáticos y crear un poco más de espectáculo para los fans”, destacaba Ricciardo tras la demostración.