Auto Retro Barcelona celebró su XXXIV edición del 16 al 19 de noviembre de 2017 en la recinto ferial barcelonés de Montjuïc. La vuelta del salón a su antigua demarcación en esa zona, en un pabellón más aprovechable y con la llamada Plaça de l’Univers al lado, perfecta para disfrutar de diversas actividades, fue un acierto.
En Auto Retro siempre hay mucha tela que cortar, por lo que ya desde la entrada de la mencionada plaza se ven muchas cosas: una concentración demás de un centenar de Seat 600 convocada por el Club 600 Barcelona, un grupo de rock lanzando versiones de clásicos, vehículos militares… … Dentro, la propia Seat era la que ocupaba el espacio central del salón, al celebrar los 60 años del 600, con proyecciones, algunas unidades poco vistas y hasta reproducciones a escala.
Ferrari también tuvo una zona específica para celebrar su 70 aniversario. Varios modelos, como el Dino 246, los 400, el 430 o el mítico Testarossa atrajeron las miradas de muchos aficionados.
No obstante, la marca más representada fue Porsche. Pese a la ausencia de Nou Onze, especialista local ahora más centrado en competición que en la restauración de clásicos, la compañía Julià fue la punta de lanza, con distintas versiones de los 911 de los 60, 70, y 80. También estaba el departamento de clásicos del concesionario oficial en Barcelona, y demás empresas optaban por el 911 para mostrar diversos proyectos de restauración.
Una novedad fue el uso de la zona externa del pabellón 1, contiguo al del Retro, como aparcamiento de clásicos. Allí se pudo ver de todo, desde un Toyota Celica ST 185 edición Carlos Sainz, hasta varias encarnaciones de los Porsche 911, BMW serie 3, Renault Clio 16v, Saab 96 wagon, etc…
Pero dentro del salón, muchas otras marcas estuvieron representadas: Alfa Romeo, con un SZ, varios GTV de distintas épocas, y algunos 75 y Alfasud; Jaguar, con los míticos E-Type, MK I de 1957 y XK 140; Volkswagen, con el sempiterno Escarabajo y multitud de Furgonetas T1 y T2; de Renault se vieron varios 5 Copa, Clio y un espectacular Alpine A310… Entre muchas otras marcas.
Más allá, desde los Alfistas, pasando por el Club Mini Cooper, el Clàssic Motor Club del Bages, el Amics dels Volkswagen de Catalunya, el Antic Car Club, el colectivo de bomberos, o el mencionado 600 Club Barcelona, diversos clubes y asociaciones fueron representados en el Retro, como es habitual.
Y en términos carrerosos, las 24 Horas de Montjuïc y el Rally Dakar fueron protagonistas con la exposición de varias motos y memorabilia diversa -en el primer caso-, y distintas máquinas ‘Trail’ y el famoso Nissan Patrol diésel ‘Fanta Limón’ de Miguel Prieto y Ramon Termens, restaurado a orden de marcha, tras estar muchos años en la colección de Salvador Claret.
Los homenajes y coloquios están a la orden del día en Auto Retro. Este año el homenaje de mayor renombre fue el organizado por el Antic Car a Salvador Cañellas y al malogrado piloto motociclista Ramón Torras, precursor de nuestros campeones sobre dos ruedas; el carrocero Pedro Serra, tuvo una zona específica, además de un homenaje, donde se pudieron ver muchas de sus creaciones; la legendaria subida al Montseny fue objeto de un coloquio al que acudió el autor del reciente libro sobre la competición, Josep Casanovas.
El Rally Costa Brava, a través de la exposición fotográfica recopilada por Josep Autet, también tuvo su debate y charla; y la Casa Elizalde también fue objeto de otro libro, en esta ocasión escrito por el experto Manel Garriga.
La zona del mercadillo era la de mayor peligro para el bolsillo, con multitud de paradas de recambios, libros, revistas y miniaturas, contando sobre todo la cercanía en fechas del salón con el inicio de la campaña de navidad en la ciudad Condal.
Cierto ha sido que en esta edición ha habido algunas ausencias tanto en el apartado de exposición como en el de la feria, por coincidencia de fechas con la feria de Bruselas. Pero sigue quedando claro que Auto Retro Barcelona es el clásico de su género en el territorio nacional.