Han pasado apenas cuatro días del cese fulminante de Marcin Budkowski en Alpine, y parece que EL PLAN es un guion escrito por la mismísima Agatha Christie, ya que hay nuevos “ceses” de forma sorprendente.
Hoy estaba el nombre de Alain Prost en la lista de “bajas”. El cuatro veces campeón del mundo tenía un cargo de consultor y embajador dentro del Groupe Renault hasta que hace un par de temporadas le nombraron Director no Ejecutivo.

Misterios sin resolver
Al más puro estilo “Asesinato en el Orient Express”, las noticias sobre los implicados en EL PLAN que van cayendo por el camino ocupan las primeras páginas de la prensa en toda su amplia gama de colores, desde la amarilla hasta la deportiva, dejando la rosa por el momento para un poco más adelante.
Pocos se podían imaginar cuando a finales de temporada el PDG de Alpine, Laurent Rossi, anunciaba que tenía cambios en mente para el 2022, y que tras un análisis detenido con los responsables del equipo decidirían a quién dejar las riendas del mismo.

Pero es que en ese momento EL PLAN ya estaba en marcha. El alerón del Alpine lo anunciaba así en la última prueba de la temporada 2021. A lo mejor en un guiño apaciguador por que durante el año finalmente no había lucido el monoplaza algún logo más destacado y apalabrado. Pero eso ya no importa.
Dos personas han sido borradas del organigrama del equipo Alpine sin acritud ni piedad. Dos altos cargos que además debían sostener la imagen de la marca en la temporada 2022, y por si eso no fuera suficiente, uno de ellos “Le Professeur”, había anunciado a los cuatro vientos su confianza ciega en el futuro del equipo, que no quiere decir EL PLAN.
La cosa se complica
Desde la barrera siempre “los toros” se ven perfectos hasta que un “morlaco” decide saltar y te toca correr para ponerte a salvo. Bueno pues parece que algo similar está pasando en el seno del equipo Alpine estos últimos dias.
Hemos pasado de saber que todo es maravilloso, El PLAN, que tenemos un futuro perfecto, EL PLAN, que estamos preparando a fondo 2022, EL PLAN, que somos una piña, EL PLAN, a un momento en que todas las miradas de la F1 se dirigen hacía Enstone para ver quién es el “eliminado” en el próximo capítulo de intriga y suspense de EL PLAN.

Los compañeros de la prensa reflejaban y anunciaban con solemnidad antes de navidades las amplias sonrisas y alegrías de todos los componentes del equipo con las fechas fijadas en el calendario de actividad frenética en Alpine rumbo a los test de pretemporada en febrero previstos en el Circuit de Barcelona-Catalunya.
Desde las bromas del 28 de diciembre sobre si Fernando Alonso se iba a tomar las uvas en la puerta de la sede de Alpine para empezar a las 00,00 horas del día 1 de enero en el simulador, hasta las más noticias reales y “consensuadas” sobre los timings que Ocon y Fernando tenían ya previstos junto a los ingenieros en esa misma sala de trabajo.
Recuerdo que una vez en Monza (advertencia batallita de abuelo cebolleta is coming) me senté en la grada para ver una sesión de libres en mitad de la zona de los tifosi de Ferrari. De repente empezaron a criticar al equipo de Maranello que no tenía el día gritando “Torna il Grande Casino”, o lo que es lo mismo regresa el caos, el desorden, el desconcierto.
Pues bien ahora se podría aplicar eso mismo a EL PLAN, y más si como dicen finalmente va a llegar Otmar Szafnauer para solucionar los problemas y que todo vuelva a su punto de partida rumbo al infinito y más allá.

Nadie a salvo
Las bromas sobre la posible llegada del ex de Aston Martin pasan incluso por ver si ahora los Alpine en 2022 van a ser las nuevas “Pantera Rosa” del Mundial de F1.
Pero volviendo a la realidad, ya hay 2 grandes muescas en el Colt 45 de Alpine, y una de ellas con el nombre y apellidos de un ferviente defensor de Fernando Alonso.
Las cabezas se giran por los pasillos de Enstone para ver si llega algún objeto punzante volando y poder esquivarlo, aunque los defensores de EL PLAN se afanen a quitar hierro al asunto.
Los vagones del Orient Express, escenario para la imaginación de Agatha Christie, van camino de convertirse en una de las escenas más famosas de la película “Una noche en la Ópera” de los Hermanos Marx, la conocida del camarote donde todos entran en tropel unos encima de otros sin órden alguno. Lo único que esta vez es para no perder su “ansiada” silla en el equipo.
Lo que no saben ninguno de los ocupantes del camarote, es que a lo mejor el del Colt 45 les está esperando tranquilamente desayunando un “par de huevos duros” y pidiendo “más madera”.

[…] de sincero se ha mostrado Alain Prost que no ha dudad en dar algún detalle más de lo sucedido la pasada temporada en el seno del equipo […]