Inicio Actualidad Horner cuestiona las filtraciones de la FIA

Horner cuestiona las filtraciones de la FIA

El Team Principal de Red Bull Racing, Christian Horner, cuestiona abiertamente las posibles filtraciones realizadas desde la FIA sobre el asunto del Budget Cap.

Las primeras noticias de que su equipo y Aston Martin tenían alguna disconformidad con el reglamento levantaron las sospechas.

Horner cuestiona las filtraciones de la FIA

Un personaje clave

Todas las miradas se centran en una ex-trabajadora de Mercedes que ahora está integrada en la estructura de la FIA.

Se trata de Shaila-Ann Rao, que con anterioridad fue asesor legal de Mercedes y una persona muy cercana a Toto Wolff. Actualmente está en la FIA como secretaria general interina.

Se ha comentado extra-oficialmente que ella (presumiblemente) sería la persona encargada de filtrar las informaciones sobre la irregularidad en el presupuesto del 2021 del Mundial de F1.

Los datos facilitados a algunos compañeros de la prensa apuntaban la cantidad excedida por Red Bull Racing, y el problema de interpretación de los documentos por parte de Aston Martin.

Red Bull responde

Desde el equipo Red Bull se reclama con celeridad la decisión de la FIA sobre el tema del budget cap excedido.

Además insisten en que las cifras apuntadas no tienen nada que ver con la realidad, y esperan conocer la sanción para poder defenderse legalmente.

En segundo lugar el equipo ha querido expresar que la vinculación del salario de Adrian Newey y el exceso en el presupuesto no son ciertas. Ese no es el motivo real según sus declaraciones.

El reglamento FIA permite que los tres salarios más elevados de cada equipo queden exentos del control anual en el budget cap. Y a eso es lo que se aferran los responsables de Red Bull Racing.

Han existido informaciones previas sobre la opción de que Newey fuera un empleado externo por cuenta propia, y que presentaba facturas mensuales a Red Bull y eso era uno de los motivos del exceso de presupuesto en 2021.

Desde el equipo insisten en que la comida de los trabajadores en Milton Keynes es uno de los motivos de ese “error” económico en la contabilidad, asumiendo lo que la FIA ha catalogado como un exceso inferior a los 7,25 millones de dólares.