La inauguración del Festival de Cap Roig 2018 no podía tener mejor anfitrión que la intensidad y energía de “El Sol de México”, Luís Miguel, capaz de iluminar por completo con su presencia y su voz a los 1.852 asistentes a un concierto que empezó con 53 minutos de retraso, pero que quedó rápidamente olvidado con las primeras notas musicales de la canción “Si te vas“, y que dieron paso a un amplio repertorio que repasaba sus 33 discos editados hasta el momento, en su gira ¡México por siempre!.
En ese punto “LuisMi” empezó su recorrido musical con canciones que todos los asistentes celebraban y coreaban al unísono. “Tú solo tú”, “Amor, amor, amor” o “Devuélveme el amor” fueron las encargadas de conectar al astro mexicano con un público entregado por completo.
Una energía positiva que el cantante captó de inmediato y la transformó sobre el escenario en un derroche de voz en cada nuevo tema y que se plasmaba en las caras de los espectadores que cada vez que tenían ocasión se acercaban a él para mostrarle su admiración. Luís Miguel respondía a ese cariño con gran simpatía y entre estrofa y estrofa no cesaba de estrechar manos, recoger obsequios y repartir besos por doquier a “algunas afortunadas”.
No hubo en momento alguno descenso del ritmo vertiginoso con el que Luis Miguel brillaba bajo la noche en Cap Roig. Ni tan siquiera cuando el majestuoso sonido de un piano sonaba en una de las breves pausas que el cantante hizo. Ya que rápidamente regresó al escenario para iniciar las notas de “Se te olvida” y mostrar así su clara complicidad con un público que aún no sabía que ese “crescendo” de energía iba a llegar a nuevos limites en apenas unos minutos.
Sería con la entrada del grupo Mariachi Vargas de Tecalitlán, conformada por un arpa, una vihuela, una guitarra, un guitarrón, tres trompetas y siete violines, y que son conocidos mundialmente cómo “El Mejor Mariachi del Mundo”. Con ellos Luís Miguel derrochó por completo toda su “luz” con una amplia sonrisa en el rostro que mostraba la satisfacción que sentía en cada una de las canciones que interpretaba junto a los que él mismo denominó con gran orgullo y devoción: “mis mariachis”. De esta forma temas cómo “La Bikina” o “Échame a mí la culpa” se sucedían sin descanso a petición del público al que el cantante preguntaba una y otra vez si querían “una más…”
Ese sería el punto zenital de un gran concierto que cerró con “Ahora te puedes marchar” , “Cuando calienta el sol” o “La incondicional” que una vez más levantaron del asiento a todo el público, al que el propio Luís Miguel agradecía una y otra vez su apoyo lanzando y entregando sus tradicionales “rosas blancas”.
Esta flor, que parece tan sencilla a primera vista, al parecer guarda un gran significado para el cantante, ya que es común que en sus conciertos regale algunas rosas blancas a sus afortunadas fans, como muestra de gratitud por acompañarlo a lo largo de su carrera.
Entre sus clubes de fans existe una “leyenda” que señala que las “flores blancas” que regala Luis Miguel, jamás se marchitan… cómo seguro que no se marchitará la memoria de todos los que pudieron ver lucir el “Sol de México” en una mágica noche de verano que significaba el punto de partida de un Festival de Cap Roig 2018 que depara grandes conciertos hasta el próximo 22 de agosto y teniendo la mayoría de los mismos ya el cartel de “Sold Out” al haberse agotado las entradas con antelación.